lunes, 29 de marzo de 2010

¿Cómo nos afecta el mensaje de Jesús?


Jesucristo vino a la Tierra para dar, y no para recibir. De hecho, el mensaje que predicó es un valioso regalo para la humanidad entera, pues nos dio a conocer la verdad acerca de Dios y Su voluntad. Gracias a sus enseñanzas, millones de cristianos verdaderos ya disfrutan de una vida mejor. Además, su mensaje nos permite reconocer el mayor regalo que hemos recibido: el sacrificio de la vida perfecta de Jesús. Y nuestro bienestar eterno depende de cómo respondamos a este aspecto clave de su mensaje.
Jesús sabía que sus enemigos lo harían sufrir hasta morir. Aun así, vino a la Tierra. Como indican sus conocidas palabras registradas en Juan 3:16, "tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna". El propio Jesús admitió tiempo después que vino a dar su alma (osea, su vida) en rescate en cambio por muchos (Mateo 20:28). Ahora bien, ¿porqué dice que daría su vida y no que se la quitarían?
Debido a su inmenso amor por los seres humanos, Dios quiso librarnos de las consecuencias del pecado que todos habíamos heredado: la imperfección y la muerte. Con este objetivo, envió a su Hijo unigénito a la Tierra para que ofreciera su vida humana perfecta como rescate por todos nosotros. Y Jesús, por su parte, estuvo dispuesto a sacrificar su vida. Este rescate que Dios pagó es el mayor regalo que nadie ha hecho por la humanidad, pues nos da a todos la posibilidad de vivir para siempre.
la cuestión ahora es si cada uno de nosotros nos beneficiaremos personalmente de este regalo. Si alguien nos diera un regalo, lo que se esperaría que uno hiciera normalmente es que lo aceptáramos agradecidos, ¿no? Pues con el regalo del rescate que Dios nos ofrece, todo aquel que quiera beneficiarse de este tiene que demostrar que desea aceptarlo.
según Jesús, solo recibirán vida eterna quienes ejerzan fe en él. Y claro, la fe se demuestra por la manera como uno vive (Santiago 2:26). Así que ejercer fe en Jesús implica vivir de acuerdo con lo que él enseñó e hizo. Y para eso, hay que conocerlos bien a él y a su Padre. Ya lo dijo Jesús: "Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tu enviste, Jesucristo" (Juan 17:3).
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LA ATALAYA. ABRIL 1, 2010. VOL. 131, NO. 7

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