sábado, 17 de julio de 2010

El Cantar de los Cantares. Cap. 3

"En mi cama durante las noches he buscado
al que mi alma ha amado.

Lo busqué, pero no lo hallé.

.

Déjeseme levantarme, por favor,
y dar vuelta por la ciudad;
en las calles y en las plazas públicas
déjeseme buscar
al que mi alma ha amado.

Lo busqué, pero no lo hallé.
.
Los guardias que rondan por la ciudad
me hallaron: '¿Han visto ustedes
al que mi alma ha amado?'

Apenas había pasado más allá de ellos

cuando hallé al que mi alma ha amado.

.

Me agarré de él, y no quise soltarlo,
hasta que lo hube introducido en la casa de mi madre

y en el cuarto interior de la que había estado encinta para darme a luz.

.
Las he puesto bajo juramento,
oh hijas de Jerusalén,
por las gacelas o por las ciervas del campo,
de que no traten de despertar
ni excitar amor en mí

sino hasta que este se sienta inclinado."

.
.
"¿Qué es esta cosa
que viene subiendo del desierto
como columnas de humo,
perfumada con mirra y olíbano,

aun con toda suerte de polvo aromático del comerciante?"

."¡Mira! Es su lecho,
el que pertenece a Salomón.
Sesenta hombres poderosos
están todo en derredor de él,
de los hombres poderosos de Israrel,
todos ellos en posesión de espada,
adiestrados en el guerrear,
cada uno con su espada sobre el muslo
a causa del pavor durante las noches."
.
"Es la litera que el rey Salomón se ha hecho
de los árboles del Líbano.
Ha hecho sus columnas de plata,
sus soportes de oro.
Su asiento es de lana teñida
de púrpura rojiza,
su interior amorosamente alhajado
por las hijas de Jerusalén."
.
"Salgan y miren, oh hijas de Sión,
al rey Salomón con la guirnalda
que su madre le tejió el día de su boda
y el día del regocijo de su corazón."

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